La importancia del bloqueador solar ☀

La importancia del bloqueador solar ☀

 

¿Eres de esas personas que solo usan protector solar en verano? Es hora de que empieces a hacerlo durante todo el año. Es cierto que al empezar la estación primavera - verano la radiación es más intensa, pero nuestra piel está constantemente expuesta a la luz solar, por eso es importante protegerla siempre, sobre todo nuestra piel del rostro que está más expuesta a lesiones. El sol, tomado con moderación, ejerce efectos beneficiosos para el organismo, como por ejemplo:

  1. Estimula la síntesis de vitamina D: Es necesaria para fijar el calcio a los huesos, por lo que previene el raquitismo y la osteoporosis, mantiene el desarrollo neuronal, ayudando a la función cognitiva.
  2. Estimula la producción de melanina: Es el pigmento que nos proporciona el aspecto bronceado de la piel y ayuda a protegerla de la radiación UV.
  3. Produce vasodilatación: Reduce la tensión arterial.
  4. Favorece la circulación sanguínea periférica.
  5. Mejora los síntomas de algunas enfermedades de la piel, como la psoriasis, el acné o el vitíligo, entre otros. 
  6. Estado de ánimo: La luz del sol mejora el estado de ánimo.

Sin embargo, no todo es color de rosa, una exposición incontrolada, sin protección y demasiado prolongada, puede ocasionar graves consecuencias para la salud. A continuación, comentaremos los distintos tipos de radiaciones que proceden del sol y cómo nos afectan:

Radiaciones UV, existen 2 tipos:

  1. La radiación UVA pese a no producir quemaduras solares, a largo plazo es responsable del envejecimiento cutáneo prematuro de la piel (fotoenvejecimiento). El fotoenvejecimiento o envejecimiento precoz se caracteriza por una elastosis cutánea en las zonas de la cara, cuello, escote y aquellas zonas que han sido objeto de una mayor exposición solar durante la vida. Estas zonas presentan una piel engrosada, con gran sequedad cutánea y profundas arrugas, y se caracterizan por tener el poro dilatado y aparición de manchas o zonas hiperpigmentadas que se acentúan con la edad y aumentan a medida que crece la intensidad y frecuencia de la radiación sobre la piel.
  2. La radiación UVB aparte de ser la responsable del eritema solar (o quemaduras solares), disminuye la capacidad de defensa del sistema inmunitario, tanto en la zona afectada directamente por la radiación solar como en general todo el organismo.
  3. Las radiaciones infrarrojas: Estas pueden potenciar los efectos negativos de las radiaciones UVB y UVA sobre nuestra piel.

Por lo tanto, las consecuencias negativas de una exposición prolongada al sol son:

  1. Quemadura solar. Los rayos UVB pueden producir un eritema o quemadura solar que aparece poco después de la exposición. Su intensidad dependerá del fototipo de piel (límite de la tolerancia cutánea a la radiación ultravioleta en función de las características propias de cada tipo de piel), siendo el pico máximo a las 24 horas, y su duración puede ser de 1 semana si no se toma más el sol.
  2. Envejecimiento. Los efectos de las radiaciones son acumulativos, aunque sean exposiciones repetidas de baja intensidad. Arrugas, manchas solares, queratosis actínica (lesión precancerosa), etc.
  3. Fotoinmunosupresión. Los UVB dañan las células de Langerhans de la epidermis encargadas de la vigilancia inmunológica de la piel pudiendo reducir o anular las reacciones de alergia de contacto, además de propiciar la aparición de procesos infecciones como herpes.
  4. Cáncer de piel. Los rayos UVB dañan las cadenas de ADN en los queratinocitos. Si éstos no se reparan pueden dar lugar a réplicas de células anormales que pueden multiplicarse dando lugar a un tumor cancerígeno. Influyen factores como:
  • Fototipo de piel (mayor incidencia en personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse)
  • Genética (antecedentes familiares de melanoma) y edad (mayor riesgo a partir de los 40 años).
  • Las quemaduras solares en la infancia aumentan el riesgo de tener cáncer de piel en la edad adulto.

Principales tipos de cáncer de piel:

  • Melanoma: Tumor maligno que se desarrolla a partir de los melanocitos, células especializadas de la piel, que tienen como función principal la producción de melanina (bronceado). La melanina es nuestro mecanismo de defensa frente a los rayos ultravioletas del sol. Debido a su gran potencial maligno es responsable de más del 90% de las muertes derivadas del cáncer de piel.

Te dejamos algunas imágenes para que tengas una referencia de como este cáncer se puede identificar en la piel.

   

  • Carcinoma basocelular: Es el cáncer más común en el ser humano. Este carcinoma crece habitualmente en partes de la piel que han recibido mucho sol. Este tipo de cáncer comienza como pequeñas pápulas o bultos brillantes, generalmente en la nariz u otras partes de la cara. Pero puedes tenerlo en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el tronco, las piernas y los brazos. Si tienes piel y ojos claros, tienes más probabilidades de padecer este cáncer de piel.

    El carcinoma basocelular suele crecer muy lentamente y a menudo no aparece durante muchos años después de una exposición intensa y/o prolongada al sol. Puedes contraerlo a una edad más temprana si te expones mucho al sol o utilizas camas de bronceado.

  

  • Carcinoma escamoso: Normalmente se encuentra en áreas del cuerpo dañadas por los rayos UV del sol o las camas de bronceado. 

    El carcinoma escamoso tiene normalmente un crecimiento bastante lento y de forma local. En casos raros cuando ha pasado mucho tiempo de evolución o tenemos factores de riesgo (inmunosupresión, pacientes trasplantados) puede extenderse a los tejidos, huesos y nódulos linfáticos cercanos, donde puede ser difícil de tratar.  

¿Cuándo tomar sol y durante cuanto tiempo?

  • Siempre debes evitar las horas centrales del día que es cuando los rayos solares son más agresivos 12:00 a 16:00 horas. El tiempo aconsejado es de 10 a 20 minutos en verano y 1 hora y media en invierno para sintetizar las cantidades recomendadas de vitamina D.
¿Protector, bloqueador o bronceador?

No siempre tenemos claro cuál es la diferencia entre pantalla solar, protector, bloqueador y bronceador, confusiones que nos llevan a elegir el producto incorrecto. Protector solar y pantalla solar son las maneras se identificar a los productos que tienen ingredientes especiales para absorber la energía que proviene de las radiaciones del ultravioleta ya sea, UVA, UVB y UVC.

El término bloqueador se usa para muy altas protección SPF o FPS de 50 o más.

Mientras que el bronceador es un producto que no protege la piel sino, por el contrario, ayuda a concentrar los rayos solares sobre la piel, como los aceites.

¿Que tipo de protección solar debo utilizar?

A la hora de elegir el protector solar debes considerar varias cosas: 

  • El FPS se refiere al bloqueo de las radiaciones UVB (quemaduras), por eso es importante elegir un protector solar de amplio espectro que también nos proteja de las radiaciones UVA (fotoenvejecimiento)
  • Debes tener en cuenta la edad de la persona a la que se le va a aplicar, y optar por el más adecuado para ella, ya que hay protectores especiales para niños o para pieles maduras.
  • El tipo de uso que le vas a dar: ¿es para uso diario?, ¿para la playa o la piscina? ¿para la nieve o la montaña? En cualquiera de los casos encontrarás protectores solares faciales y corporales diseñados específicamente para cada actividad. 
  • Para que sean eficaces, independientemente del FPS, los protectores solares faciales y corporales deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición y volver aplicarlo cada dos horas mientras que se esté al sol.

Es por esto, que Tienda Bio Natural quiere cuidar tu piel con estos bloqueadores que no solo protegen de los rayos solares, sino que también hidratan y suavizan la piel. Bloqueador solar para Niños, Adultos, Bloqueadores faciales y corporales.

 

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